Cada uno de los augustos hijos de Izanagi; Amaterasu no kami
(La diosa sol), Susanowo mikoto no kami 1 (el dios de las tormentas y del mar) y
Tsukuyomi no kami (dios de la luna) reinaban cada uno de los territorios que su
padre les ordenó. Cabe destacar la figura de Tsukuyomi ya que apenas cobra
importancia en el relato y rápidamente desparece. A pesar de esto existe una
pequeña explicación de su ausencia y es la siguiente.